se llevan en el alma.
Una mañana de abril
una como ésta
yo abrí mi corazón al sol
y la primavera llenó mi falda.
Emerge para mí la sinfonía
en el silencio guarecida.
No necesito más palabras
Toca la lira un ángel tornasol
y yo le abro mi puerta.
Por simple hecho de querer renacer en la estación florida.
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