Alcemos una estatua
a tu luz
mientras pasó por mi ciudad.
Que me hagas falta
no quiere decir
que no sepa sacar de tu ausencia
la capacidad de sonreír
porque conocí lo que era amar
después de la tormenta
y siendo mujer y fragilidad.
Y que te amo, es una aún realidad.
Ráfaga de delirio al centro de mi cuerpo,
vive en mí este sueño
y por un hoy multiplicado por tus besos.
domingo, 16 de agosto de 2009
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