No importa cuántas veces
quieras tapar con tu espalda
y con el silencio de tus dedos
mi realidad:
Seguirás siendo el fuego
que me habita
nada en este mundo sobrevive
excepto la inmolación de toda brevedad
en mi cuerpo-vida
y de aquí hasta la más limitada
poética e ignorada
realidad.
lunes, 17 de agosto de 2009
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1 comentario:
Que buen verso... Saludos colega de profesion y de vocación.
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