martes, 11 de noviembre de 2008

A la niña iridiscente

Y apareciste de la nada
saliente de un cascarón olvidado de Pascua
tus rayos competían
con la luz de la alborada
que todos los días te ve despertar
y jugar
y brincar
y pintar -los cuadernos y tu cara-

Sentada en la grada
que da hacia la tarde anunciada
sacaste un par de chispas
de tus estrellas titilantes

Y una boca chiquita
labios de sandía
sonrisa de inocente
completó tu ajuar de pollito
niña amarilla iridiscente.

No hay comentarios: