Que al abrir la puerta
en vez de cielo
encontraras un "wallpaper"
de tus flores más amadas...
¿Serías capaz de cerrarle la puerta
para volver a la papelera de reciclaje
de tus días de nostalgia y rencor?
Imagínate
si esas flores tomaran vida
y abrieran los ojos
y te dieran una sonrisa...
¿Qué les dirías?
"Hoy no tengo tiempo para admirar
tu fenómeno, señora flor";
"Hoy estoy ciego
no me moleste por favor";
"Hoy estoy abierto
muéstreme la vida, señora flor"...
A mi tres flores me llegaron hoy
todas con olores distintos
todas con su propio color.
Yo les abrí mi puerta
quizá para que no se vayan otra vez
como antes;
quizá para aprender el instante
en que el hombre se vuelve uno con el todo
y se convierte nada al fin.
Como la flor, que es todo y es nada:
color y vida, sueño y dormir.
martes, 15 de julio de 2008
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