sábado, 31 de enero de 2009

El tiempo

Con mis manos hice
un cáliz de magia con el tiempo:
detuve sus manecillas
me comí sus segundos con alegría y empeño.

Detuve el tiempo entre mis labios
entre mi vida y mi cuerpo:
lo hice para decirte que te amo
lo hice porque era preciso hacerlo.

Y a pesar de que los dioses
pudieran molestarse con mi osadía
volveré a parar el tiempo
cada vez que escriba tu nombre
y te envíe un beso con el viento que acaricie tu cabello.

Este día paré otra vez el tiempo por tí,
amor mío,
y te juro que fui la Eva más feliz sobre la tierra
y te juro que no me arrepiento.

1 comentario:

Cedric Hannibal dijo...

Se valen comentarios?
Vaya, me gustan tus poemas, siempre he gustado de leer buena poesía, el punto es que muchos mexicanos (me cuento) nos agarramos de los vellos casi transparentes de las críticas y vitácoras!
Pero bueno, veo que no tienes comentarios, espero no ser un mal augurio!!!