viernes, 2 de enero de 2009

La lista (numerus clausus)

Que no se vaya el recuerdo
de lo que no fue aciago y triste
que no se vayan los momentos
en que sinceramente sonreíste.

Te permito que se vayan
los sinsabores y los negros horizontes
acaso un mal de amores
un camino en la bifurcación del destino
a pesar tuyo y con todos sus colores.

Pero que no se vaya lo bueno
ni siquiera el sabor amargo del sereno
pues sin él no existiría
el sabor tierno que la felicidad envuelve
cuando te abraza y canta en silencio.

Y que no se vaya tu voz
el arpa de tu alma en este mundo
que no se vayan tus dedos puntiagudos
ni la caja de música
que llevas por corazón.

Que no se vayan las buenas nuevas
hartas ya de esperar a que las recibas;
que se vayan
-aunque sea por un sólo día-
las peras al olmo que afuera no registras.
Te permito, tal vez,
que se vayan la gastritis, la migraña
y las agruras.
Pero que no se vayan los lunares del sol
ni las arrugas
pues son caminitos que delatan tu paso
por esta tierra
es lo que te vuelve humano
es tu patente de esta vida sin certeza.

Y que nunca se vaya, también,
la magia de respirar oxígeno entre lo impoluto
de volar a pesar de los grilletes de este mundo
de pensar que un día fuiste ángel
y como ángel
debes renacer respirando hoy.

1 comentario:

J. Guadalupe del Río González dijo...

Apenas estoy aprendiendo lo que es un blog, yo no soy poeta pero inclinaría un gran sentimiento a LA FALTA DE TIEMPO, y es que he quedado maravillado con tus letras de luz. Mil felicidades, espero seguir tu blog (dándome un tiempecito) y te reitero el gusto que tengo de conocer tu perfil y blogs por éste medio..