y acompañar a las aves con su trinar
para luego hecha viento sus portentos alcanzar
y en el aire mi felicidad gritar.
Hace días era una
hace unas noches fuimos dos.
Hoy la dualidad se mece en mi cuna
porque dentro de mí está mi esencia
que nutre a otra con magnificencia.
Sus latidos escucharé dentro de los míos
a ella la cuidaré del viento y del frío.
Y cuando por vez primera en mis manos la tome
sabré que ser mujer es mejor que ser hombre;
porque el hombre siente, pero no conoce
la connotación real de la palabra goce
pues el dolor del parir desconoce.
Y al ver en su rostro cándido las virtudes
vendrán a sustituir con ahínco las vicisitudes.
Una nunca más volveré a ser
pues de su sueño y su vida su guardián seré
y al convertirme en eso al fin comprenderé…
Que este regalo del cielo no es
para mantener el mundo de revés
y a la gente me encargaré
de mostrarles cuán importante el respeto por la vida es.
Quiero a la vida consagrarme
pues pronto vida daré
que una vida prestada es, nunca dejo de recordarme
que al mundo ha venido para regalarme
la dicha de ser madre.
Escrito el 25 de Abril de 2001
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