viernes, 20 de junio de 2008

La Maternidad y la Infancia

Gira tu falda como antes lo hacías
permíteme recordar que en mi infancia hubo alegría.

¿Recuerdas cómo tus flores
me envolvían en tu girar?
Sólo a través de tus abrazos
tu perfume podía atrapar.

¿Recuerdas cómo mis pasos
alcanzarte siempre querían?
Sólo mi correr podía
en tu rostro una sonrisa dibujar.

Siempre juntas, siempre la misma
el tiempo ha pasado y tú sigues siendo un prisma
que de mil colores brilla y brilla.

Los rayos del Sol y la lluvia
en vez de resecar tus venas
de belleza viva llena tu efluvia.

Lo primero que te agradezco
es el poder respirar;
lo segundo que te agradezco
es tu maternidad poder admirar.

Porque dicen que cada quien elige
lo que de su estadía hará
y la feminidad en su tiempo te exige
hacer tuya la maternidad.

Algún día yo también
la Gracia de ser madre sentiré…
será hasta entonces, bien lo sé,
cuando por completo te habré de entender.

Y agradecida con la vida por siempre estaré.

Escrito el 2 de Mayo de 2005

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