son tus peldaños y tus colores de tantos años
los que de la lluvia nos protegen
pues el dios del trueno si no es venerado puede hacer daño.
Totonaca es el nombre de tu hijo
que se desvive en incansable trajín
sólo para llegar y venerar al dios que guardas
mágica pirámide del Tajín.
Huitizilac y sus mariposas
en líquido vital de cuando en cuando se desbordan
es la culpa de los hombres que olvidado han
de venerar a su dios del trueno por hacer otras cosas.
Por eso te construyeron con amor y empeño
para que la armonía de los dioses permitan que el hombre siga siendo dueño
de su entorno mientras el entorno sepa que contento está su dios del trueno.
Y si la sequía llega a tus tierras
al dios su furia pedirán derrame sobre sus milpas
permitiendo que crezcan por fin
las plantas que sacian el hambre de la mano que las esparció siendo semillas.
Ni los hombres del otro lado del mar pudieron
terminar con tus nichos y el sentido del respeto por lo ajeno perdieron
en detrimento de ellos pues tus hombres su amor protegieron
entre voces hechas leyenda que mantienen tu estructura intacta.
Escrito el 21 de Junio de 2003
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