martes, 1 de abril de 2008

Conversión

Que me queme el fuego de tu aliento
y que mis venas exploten de fervor
de saberme en tierra vivo
pero dentro de tu amor.

Purifícame con tu fuente
y de tu voz que salga fuerte
ese trueno hecho malva
que mis pesares salva.

Ilumina mis ojos con tu brillo
que mi oscuridad clama tu auxilio.
Porque ahora, al sentirme entero y vivo
disociarme sería un exilio.

Cobija el frío de mi incertidumbre
y de tus manos salga la magia que no sucumbe
ante el dolor que mi alma cubre.

Libera esa sed que poseo
sublima mis tristezas en deseo.
No hay fórmula más certera
que tu viento que a mis pesares da tregua.

Bautízame en un solo abrazo
que el renacer sea de un solo tajo.
Existir otro fundamento no encuentro en la razón
que fundirme a tu lado en una nueva religión.

No hay comentarios: