martes, 1 de abril de 2008

El ayer que ya se fue

Ya no vivas del ayer
pequeña niña hecha mujer.

Porque el ayer mal que bien se ha ido
y tu presente es el momento de tu latido
que te indica que sigues viva
y que deberías mirar la luz del nuevo día.

Que tus lágrimas ya no mojen
esas páginas escritas
porque aunque sus letras el recuerdo imponen
de latidos pasados están benditas
con el agua de tu mirada.

Ya no exijas que te devuelvan
los cantares que no pronunciaste
porque aunque de vino añejo sepan
las uvas que lo hicieron no probaste.

Si de algo tu pasado es digno de recordar

es de los pasos que engendró tu andar:
ellos te enseñan lo que hiciste ya
y junto al Sol te indican a dónde mirar.

Sólo piensa que tranquila debes estar
pues las cosas mal que bien hechas ya están.

No recrimines lo que ya engendraste
es casi como triturar el polvo del aliento que entregaste.

Date cuenta ahora
que no es el sentir lo que te ahoga.
Es tu vana expectativa
de que esos días vuelvan a la vida.

Ya no vivas del ayer
pequeña niña hecha mujer
pues tus pétalos abiertos están
en espera de una oportunidad.

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