Las Cuatro Estaciones

Primavera

Gira y gira a tu alrededor
son sus colores,
que al mezclarse con tus olores,
de fresca mañana ríe en su esplendor.

Son tus cantares
los que se posan de flor en flor
cantando una a una
en luminosos altares
las alegrías que te ha dado el amor.

Y mil girasoles vendrán a tus alas
y un croar retumbará en el claro de luna
pero satisfacción parecida no habrá ninguna
al saber que la Primavera está aquí por fortuna.



Verano
Espirales de agua caen en cascadas
las flores las reciben como se recibe
a la persona amada.
Sus pétalos de vivos colores
están abiertos en su máxima expresión:
pareciera que el Sol y el aire tibio
les cantan una canción.


De verde vivo se siente el pasto
De alegre trino se siente el pájaro
Del caliente suelo se mueven las hormigas:
saben que ésta es su oportunidad
para recoger comida.


De azul y amarillo las pupilas se agrandan;
es maravilloso ver cómo el día se alarga.
La Luna y las estrellas también están de fiesta:
nunca hubo tanta vida en medio de la estación ésta.

Lo sabe el pato, lo sabe la rana;
lo saben las nubes cargadas de agua;
lo sabe el mango, lo sabe la sandía:
saben que el verano les hace compañía.

Otoño
La entrada del viento
los árboles reciben
dejando sobre el suelo
miles de hojas libres

Hojas doradas por el Sol que al pisarlas retumban
pues en cada una de ellas se acurrucan
los gritos y la algarabía de los cantos que por el verano
bajo los rayos del Sol nacían.

La Naturaleza está por quedarse dormida;
Se oscurece la noche,
se acaba pronto el día
Sus aves y flores ya no cantan:
guardan sus alabanzas y retoños,
pues están en la espera
de que comience el otoño.

Invierno
El Sol no está dormido
simplemente deja que las nubes
cumplan su cometido.

De gris se viste el rey:
el cielo quiere verse majestuoso
pues estar a tono es imperioso.

Los árboles, las flores y las aves
todos parecen estar dormidos…
shhh, susurra el conejo:
“los animales están escondidos;
escondidos del viento, escondidos del frío
saben que el invierno por fin ha venido”.