miércoles, 11 de febrero de 2009

Al despertar

Te prometo que al despertar
voy a levantar en mi cara
la sonrisa que ahora tienes en tus manos
y que tras la noche cobijada en tus dedos
mañana será mía -tuya, en realidad siempre tuya-
porque en tu ser ella habrá dormido
porque amanecer sonriendo contigo
es en este mundo -el mío, que también es tuyo-
que por tí se vuelve caótica y angelicalmente
luminosamente
estrepitosa y claramente
perfecto.

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