Por ser un sábado cualquiera
déjame cantarte lo que soy
en estas letras;
Si no estás tú para oír mi canto
nada valen las miradas ajenas
no escribo para que otros me escuchen...
Escribo en este momento
(uno que lleva más de un año)
para que escuches mi voz
para entregarte lo que verdaderamente
le pertenece a esta mujer de estío:
mi corazón,
dulce niño mío.
sábado, 28 de febrero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario