lunes, 23 de febrero de 2009

¿Por qué?

¿Por qué los eventos
más hermosos de mi vida
los ahogo siempre
en un vaso de agua a medio llenar?

Esa fue mi pregunta anoche
antes de en tus ojos de niño bueno
aterrizar.

No siento nada excepto alegría
este amor es puro
te lo doy porque no hay de otra
porque quedármelo yo
sería muy egoísta.

¿Por qué todos habríamos de perder
los ojos, la carne, la ubicación, la vida
si este día brinco como una insolente
de las normas adquiridas?

Te amo, sí
crucifícame, átame a la despedida
tómame, endúlzame la vida;
es igual conmigo: este amor permanece
y te debo a tí que mi corazón platique
en abierta y descarada osadía.

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