La tarde se alarga cada día
otro poquito
en señal de las flores y los cantos
cada vez pisan con más fuerza.
Miro a la gente como desconectada
ni la luz del sol -que no eres tú,
tal vez sea por eso-
los despierta:
Precisamente en las horas pico de esta tierra
me di cuenta
que los demás no sonríen
porque no poseen la dicha
de amar a alguien tanto
como te amo yo a tí.
jueves, 19 de febrero de 2009
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