Constelación privada para mis ojos:
esta noche
con su inseparable día
voy a amarte tanto
que lo que te agobia y te asfixia
será como ver cometas de azúcar
y con la luna en nuestras rodillas.
No hay mal que se perpetúe
estás tú en mi cuerpo
por mi sangre se desliza tu nombre;
estoy yo, cielo moreno,
que te ama tanto y tan fuerte
que la vida da con tal de verte sonriendo
como todo un guerrero noble.
Estás tú, sí, en mi órbita
afelio y perihelio si tú quieres
y los demás así lo miran;
ambos sabemos que en el silencio
las mariposas en el estómago
más fuerte brillan.
viernes, 13 de febrero de 2009
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