Que la noche se alargue un poquito
para que te des el tiempo
de escuchar la estrella que es mi guía
y te cuente lo poco que hice este día
por pensar tus labios
por querer oír tu voz.
Y luego, cuando le des de tomar
una de tus sonrisas
devuélvemela contenta
para que me arrulle a eso de las tres
con cobija y con insomio.
Ya mañana las nubes pasarán felices
a recogerte como cuando eras niño en primavera
y en mi casa todo será azul
como cuando la infancia sonaba a futuro feliz
como ahora que te pienso
y entre mis manos te entreveras.
lunes, 2 de marzo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario