viernes, 6 de marzo de 2009

Galaxia dulce (lo que eres para mí)

Olvidé decirte
que te quiero.

Que eres mi niño color cielo azul primavera
que eres todo con lo que una extraña mujer
como yo
sueña;
la paz de mis días
la ansiedad de mis faldas
la ternura de los niños en la Alameda
la valentía de los guerreros tigre
y la razón que alegre me desvela.

Olvidé decirte que eres mucho
en esta fuente de veintiséis años
que ocupas un lugar importante
en mi vida y en mi corazón.

Olvidé decirte que no tengo miedo
a mi lengua que dice verdades
cuando mis dedos la escriben en forma de letras
como tampoco me arrepiento
de columpiarme feliz
en este enamorado corazón.

Eres mi ruiseñor, eres el sol que me habita
el titán que destruye mis penas
y sin saberlo me regala alegrías
eres la esperanza que no muere
de saberme aún viva.

Eres mi fuego, tuyos son mis labios
y este cuerpo
la ternura con la que acurruco mis sueños
de muñeca después de crecer.

Eres el pulso que me late en la sangre
eres el fin de mis avatares
y la ceguera con la que camino hacia tus manos
porque creo en tí.

Eres este beso que te entrego día y noche
la mudez de mis senos
la intrepidez de mis noches
y la luminosidad de mi cabello negro
que baila al viento gozoso
porque sabe que es por tí.

Eres un pedacito de galaxia dulce
feliz soy por quererte tanto
ahora puedo ir a la cama a soñarte un rato:
sé que ya no olvido decirte nada
por esta noche en la que beso tu tacto
a las dos de la mañana
cuando reconozco que en mi alma
tu nombre es sinónimo de tierno frenesí en mí.

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