Este es un pedacito de país
para un día autoproclamado
especial.
Lo envolví en el celofán
que pintó añiles y rosas en mi infancia
lo guardé entre mis manos bien
para que semejara la inocencia
de una plegaria.
Y lo mandé como la pólvora
en el día de Santa Alta Gracia.
Y yo veré caer sobre tí y sobre mí
confeti de risas de ángeles
magentas de nubes de la vida enamoradas.
Caerán cenizas de colores
que purifican nuestras almas.
martes, 31 de marzo de 2009
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